¿Quieres comer menos carne?

Jun 20, 2019 0 Comments in salud
¿Quieres comer menos carne?

Por razones de salud y éticas, se recomienda disminuir el consumo de alimentos cárnicos.

Las recomendaciones aconsejan no eliminar la carne de la dieta, sino reducir el consumo  o consumirla de forma ocasional. Según la FAO, España es uno de los países del mundo que consume más carne roja y procesada, unos 200 g al día, lo que supone una cantidad mucho más alta que la recomendada. En general en los países industrializados ingerimos el doble de carne que nuestro organismo necesita (en EEUU el triple)No se trata de dejar de comer carne, pues su valor nutricional es evidente. La idea es comer menos y de mejor calidad, por lo que se recomienda evitar sobre todo sus derivados (embutidos y procesados).

Carne roja, es toda la carne muscular de los mamíferos incluye, buey, ternera, cerdo, cordero, caballo, cabra y vaca.

Carne procesada,  es la carne que ha sido transformada a través de varios procesos, salazón, curado, fermentación, ahumado. Incluye Frankfurt, jamón, salchichas y todos los embutidos en general.

Hay diversas razones para disminuir el consumo de carne:

       Aspectos ecológicos y éticos: emisión de gases de efecto invernadero y sufrimiento animal. De ahí surge el movimiento los lunes sin carne, que como su propio nombre indica consiste en no comer carne durante el primer día de la semana. La finalidad de esta tendencia es fomentar el cuidado de la salud, defender el bienestar animal y concienciar sobre el impacto positivo en el medio ambiente.

       Salud: la relación demostrada entre el consumo de carne roja y carne procesada y su relación con enfermedades cardiovasculares, diabetes y cáncer. No existe una causa única entre el consumo de carne y el riesgo de enfermedad.

El  consumo excesivo de carne roja y procesada:

       Favorece la obesidad. Estadísticamente las personas que comen mucha carne, tienen un índice de masa corporal mayor que los que comen pescado o los vegetarianos.

       El riesgo cardiovascular es mayor. Por el mayor consumo de grasas saturadas, colesterol, sal y nitratos  y el sobrepeso que presentan los grandes consumidores de carne.

       Mayor incidencia de cáncer. Un consumo de carne roja superior a 100 g al día , o de charcutería superior a 50 g se asocia a un aumento del 15-20 % de cáncer  colorectal. El mecanismo carcinogénico de la carne se atribuye a la confluencia de diversos factores: el cocinado, cocer a altas temperaturas o en la barbacoa o en la sartén, produce ciertos compuestos químicos cancerígenos, como las aminas heterocíclicas, hidrocarburos aromáticos policíclicos y nitrosaminas. La presencia de hierro hemínico (que le da el color rojo), la oxidación de los lípidos, productos del curado, residuos contaminantes ambientales etc. La relación más probada es el cáncer colorectal, pero también hay evidencia con otros tipos de cáncer como el de pulmón, próstata, mama, estómago, páncreas y esófago.

       Mayor incidencia de diabetes tipo II. Un consumo de más de 100 g de carne roja parece estar  asociada a un aumento de diabetes tipo 2, del 12 al 19%. Las causas vuelven a ser varias, por un lado el sobrepeso que presentan los comedores de carne y por otra la presencia de hierro hemínico puede aumentar el estrés oxidativo en las células que fabrican insulina y también las sustancias toxicas que se producen en la cocción.

 

¿Por qué la reemplazamos?

Aunque es rica en proteínas, vitamina B12, hierro y zinc, la carne no es indispensable. La podemos reemplazar con :

       pescado

       huevos

       aves

       productos lácteos

       cereales y legumbres

       soja

       frutos secos

Las necesidades de proteínas las cubrimos con  pescado, huevos, aves, cereales y legumbres.

El hierro de origen animal se asimila mejor que el de origen vegetal, pero una alimentación sin carne puede cubrir perfectamente nuestras necesidades de este mineral.

Con la vitamina B12, no hay ningún problema cuando conservamos otros alimentos de origen animal en nuestra alimentación.

Si no puedes prescindir del bocadillo por la mañana, hay muchas alternativas saludables al embutido: tomate  a rodajas, aguacate, paté vegetal (aceitunas, garbanzos), atún, sardinas, tortilla…

Si consumimos carne roja lo ideal es hacerlo acompañada de verduras, hortalizas o frutas ricas en antioxidantes que ayudan a neutralizar sus efectos negativos.

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