7 hábitos saludables para cuidarte este verano

Jul 29, 2025 0 Comments in Estilo de vida
7 hábitos saludables para cuidarte este verano

 

Agosto está a la vuelta de la esquina y, como cada año, aprovecho este mes para parar, descansar y recargar energía. Desconectar conscientemente me permite reconectar conmigo, con mis necesidades reales, y volver a septiembre con más claridad y fuerza.

Antes de cerrar la consulta por unos días, me gusta dejarte algunas reflexiones y consejos que a mí me acompañan en esta época del año. No se trata de exigencias ni de deberes, sino de invitaciones a escucharte, cuidarte y disfrutar del verano con más presencia y coherencia.

Aquí van 8 hábitos saludables que puedes adaptar a tu ritmo y circunstancias, con la intención de cuidarte también en estos meses del año:

  1. Hidrátate bien, con bebidas que te nutran

En verano, el cuerpo pierde más agua a través del sudor, así que es importante acompañarlo con una buena hidratación. El agua sigue siendo la mejor opción, aunque puedes hacerla más atractiva añadiendo rodajas de fruta, hierbas frescas o incluso un poco de agua con gas si te apetece algo distinto.

También puedes preparar infusiones frías como poleo menta, té verde con limón y menta o una infusión de frutos rojos, que además de refrescarte, te ayudan a reducir el consumo de bebidas azucaradas.

Recuerda que muchas frutas y verduras de temporada (como el melón, la sandía, el pepino o el tomate) son también fuentes de hidratación natural.

  1. Come ligero, escucha tu apetito natural

El calor nos cambia el ritmo, también el del cuerpo. ¿Has notado que en verano tienes menos hambre? Es normal: necesitamos menos energía y estamos más saciados con menos.

Mi propuesta: aprovecha para conectar con lo que te apetece de verdad y busca platos frescos, fáciles de digerir y ricos en nutrientes. Ensaladas completas, cremas frías, gazpachos o platos únicos con proteína, verdura y grasas saludables.

Comer ligero no es comer poco, es comer con más atención y coherencia.

Y si estos días te notas con menos hambre, puedes aprovechar para dejar pasar al menos 12 horas entre la cena y el desayuno. Este tipo de ayuno suave es fácil de integrar en el verano y muy beneficioso para tu organismo.

  1. Muévete sin exigencias, desde el placer

El ejercicio no tiene por qué ser intenso ni estructurado para ser beneficioso. En verano, escúchate más que nunca.

Caminar por la playa al atardecer, darte un baño en el mar, practicar yoga a la sombra o hacer ejercicios suaves de fuerza en casa con buena ventilación, pueden ayudarte a mantenerte activa sin forzarte y desde el placer.

  1. Descansa de verdad (también del móvil)

Dormir bien, hacer siestas cortas si lo necesitas, tener momentos sin pantalla… todo suma.

El descanso en verano no debe ser solo físico, sino también mental y emocional. Desconectar de lo urgente y conectar con lo esencial: el silencio, la lectura, el aburrimiento incluso. ¡Eso también es salud!

  1. Come con consciencia: haz pausas, saborea, agradece

El verano puede ser una buena oportunidad para practicar el mindful eating. Comer con calma, sin pantallas, prestando atención a los sabores, las texturas, a cómo responde tu cuerpo.

No se trata de hacerlo perfecto, sino de recordar que comer también es una forma de meditación, de conexión contigo.

  1. Regálate momentos solo para ti

Un buen libro, un paseo descalzo/a por la naturaleza (recuerda que te aporta muchísimos beneficios: te conecta con la tierra, ayuda a mejorar la postura y la flexibilidad, trabajas el equilibrio, regula el sistema nervioso…), escribir en tu diario, tomar un café sin prisas mirando al mar o a la montaña… Son momentos profundamente reparadores.

Busca cada día, aunque sean 10 minutos, solo para ti, sin exigencias ni metas.

  1. Disfruta de pequeños placeres, con flexibilidad: cuidarse también es soltar el control

Un helado artesanal, una cena improvisada con amigos, una comida en familia, una tarde sin planes… Son pequeños placeres que nutren tu bienestar emocional y que, lejos de alejarte del autocuidado, lo complementan.

Cuidarse no es imponer normas rígidas ni seguir rutinas al pie de la letra. Es escucharte, adaptarte y ser amable contigo. Es saber que, especialmente en verano, la flexibilidad es también una forma de salud.

Quizás estos días no sean los más estructurados del año, pero eso no significa que no puedas cuidarte. Cuidarse también es permitirse gozar, cambiar de planes, elegir el descanso en lugar del deber, hacer las cosas con suavidad.

No se trata de hacerlo todo perfecto, sino de hacerlo con intención, coherencia y cariño.

Ojalá estos consejos te acompañen este verano. Te deseo un mes lleno de pausa, conexión y momentos bonitos. Nos volvemos a encontrar en septiembre, con energías renovadas y muchas ganas de seguir acompañándote a cuidar tu salud, a través de la alimentación.

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