Historias de pacientes IV

Nov 7, 2018 0 Comments in testimonios
Historias de pacientes IV

Esta paciente vino a verme porque tenía diabetes gestacional. Un 18% de las mujeres, sin ser diabéticas antes, sufren un importante aumento del azúcar en sangre durante el embarazo. Durante la gestación, las propias hormonas del embarazo bloquean la acción de la insulina, aumentando las necesidades de ésta hasta tres veces. Si el páncreas no consigue fabricar suficiente hormona, aparece la diabetes gestacional. Desaparece tras el parto y controlado adecuadamente no supone más problemas.

El problema es como controlar todo esto es un momento con tantos cambios a nivel físico y emocional. El diagnóstico de diabetes gestacional genera un gran impacto psicológico en la madre, tristeza, preocupación, miedo, culpa, ansiedad.

El tratamiento de la diabetes del embarazo es una dieta y ejercicio físico, así de simple. Pero no le puedes dar a una embarazada un papel con una dieta estándar, sin tener en cuenta sus hábitos, lo que le gusta y lo que no. Es muy importante que reciba toda la información necesaria para entender su enfermedad y el tratamiento, aprender a autocuidarse, darle confianza y tranquilidad para preguntar. Porque durante el embarazo además de un buen control de la glucemia son muy importantes, los sentimientos, los afectos, las preocupaciones, los temores y expectativas de la madre.

Esta es la historia de la paciente contada por ella.

Estaba embarazada de 7 meses cuando me diagnosticaron diabetes gestacional. A mis 30 años, nunca había tenido que realizar dietas por motivos de salud. Siempre había cuidado mi alimentación y comido sano y nunca hubiese imaginado tener que controlar mi peso en algún momento de mi vida, pues mi constitución es delgada y siempre me ha costado engordar. Pero al quedarme embarazada la cosa cambió. Los 3 primeros meses casi no engordé nada, por las náuseas. Me costaba comer. Pero a partir de entonces, cuando dejé de sentir asco por ciertos alimentos y recuperé el apetito gané peso demasiado rápido (3 kilos en un mes). Tras seguir esta tónica de ganar más de un kilo por mes, llegué a los 7 meses y di positivo en las pruebas de azúcar. Me dijeron que me pusiera en manos de un endocrino, porque estaba engordando más de la

cuenta y eso podía provocar que el bebé creciera demasiado y, como consecuencia, complicaciones en el parto y en la salud de mi hija. Así lo hice y me encontré con lo peor: una dieta súmamente estricta y aburrida que me obligaba a pesar todo lo que comía y donde todo lo dulce estaba absolutamente prohibido. Empecé la dieta y me empecé a sentir con hambre y ansiedad por no poder comer más cantidades, y muy desmotivada. Estábamos en plena ola de calor, en julio, ¡y casi no podía comer fruta ni probar los helados! Afortunadamente, decidí contactar con la Dra. Obiols, para ver si podía ayudarme a pasar la recta final del embarazo con una dieta más apetitosa y flexible. Y así lo hizo, preguntándome por los alimentos que más me gustaban para tratar de incorporarlos en mis platos y enseñándome que no debía obsesionarme con seguir a rajatabla lo que me habían indicado, sino controlar únicamente el consumo de carbohidratos y caminar a diario para bajar los niveles de azúcar en sangre. Me dió ideas de platos saludables mucho más apetecibles y similares a lo que yo estaba acostumbrada a comer, y estuvo a mi lado para resolver las dudas que me fueran surgiendo y ver mi evolución. Llegué al final del embarazo mucho más tranquila y viendo que mi peso y el de mi bebé estaban bajo control; y el parto fue genial. La diabetes desapareció tras dar a luz y pude dejar de estar a dieta. Con todo, puedo decir que estar a dieta me fue muy bien porque la recuperación postparto ha sido muy rápida; eso sí, es importante contar con la ayuda de un profesional que te lo ponga fácil, como Maria José, porque una dieta demasiado estricta durante esta etapa se hace muy dura y puede llegar a generar mucha ansiedad. 

 

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