Microbiota y obesidad

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Nov 1, 2020/ 0 Comments / in salud
Microbiota y obesidad

Actualmente varios estudios muestran que la microbiota es un factor que influye en la obesidad. Sabemos que existe una larga lista de factores que contribuyen a la obesidad, la importancia de una alimentación adecuada y el ejercicio físico son evidentes. Hoy en día a esta lista podemos añadir un factor más, la microbiota.

La microbiota intestinal es el conjunto de microorganismos que habitan en nuestro intestino. Se crea en la primera etapa de la vida, el tipo de parto, la alimentación, higiene, la toma de medicamentos (antibióticos)y la contaminación entre otros van a definir su composición. Estos microorganismos llevan a cabo funciones a varios niveles, tanto metabólicos como fisiológicos e inmunológicos.

Todos los estudios coinciden en que las personas enfermas tienen una microbiota intestinal empobrecida y menos diversificada que las sanas. La falta de diversidad se denomina disbiosis.

Los estudios muestran que los pacientes obesos tienen una microbiota desequilibrada y con poca diversidad bacteriana, con una disminución de los niveles de bacterias beneficiosas.

En la obesidad hay un disbalance entre las especies firmicutes, que están aumentadas y los bacterioides que están disminuidos, en concreto la cepa Akkermansia muciniphila, que es la de mayor poder metabólico.

Uno de los mayores problemas a la hora de estudiar la conexión entre obesidad y microbiota es que un índice de masa corporal alto (IMC) se suele asociar a un modelo de dieta desequilibrada, rica en alimentos procesados con mucha grasa y azúcares rápidos y pobre en alimentos frescos, frutas y vegetales, carente de fibra. Lo que está claro es que el modelo de dieta desequilibrada independientemente del peso afecta a la microbiota, ya que la alimentación es uno de los factores más importantes en la composición de especies de la microbiota.

Una dieta rica en alimentos con efecto pre y probiótico o la toma de algún probiótico que contenga tres o más cepas específicas puede ayudar a equilibrar nuestras bacterias intestinales y favorecer el metabolismo.

Los alimentos que contienen prebióticos son los vegetales, las frutas y las legumbres ricas en fibra. los probioticos los encontramos en los lácteos, yogur y leches fermentadas y quesos. En el chucrut, kimchi, té kombucha y muchos otros alimentos fermentados.

Para la toma de probióticos en forma de cápsulas lo ideal es recibir consejo de un profesional, ya que no todos los probióticos del mercado son adecuados para esto y también es muy importante la duración del tratamiento que debe ser de mínimo ocho semanas. El consumo de un probiótico adecuado mejora los marcadores metabólicos como son pérdida de peso, el porcentaje de grasa corporal y la circunferencia de cintura.

Como veis hay muchos factores a la hora de perder peso y uno de ellos es la microbiota intestinal.

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