Tomar conciencia: el primer paso para tratar el trastorno por atracones

Feb 19, 2016 1 Comments in Conducta Alimentria
Tomar conciencia: el primer paso para tratar el trastorno por atracones

10 galletas, 1 donut, 1 manzana, 1 bolsa de patatas, 4 tostadas integrales con queso. Nada me apetece pero vuelvo a comer, me doy asco, me doy rabia, porque me siento mal. Empiezo a pensar que toda mi vida será así. Ansiedad y satisfacción, remordimiento, descontrol. ¿Qué me pasa? Tengo miedo, quiero cambiar, pero, ¿cómo?”. Este es el registro alimentario de una de mis pacientes con trastorno por atracón (TA).

Ha perdido el control frente a los alimentos y no puede resistirse a ingerir grandes cantidades de comida, a pesar de no tener hambre. El TA fue reconocido como el tercer trastorno de la conducta alimentaria, junto a la anorexia y la bulimia, en mayo del 2013, en la nueva edición del Manual de Diagnóstico de enfermedades Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría (DSM-5).

Está muy relacionado con la obesidad y el sobrepeso, de hecho, es el trastorno de la conducta alimentaria más frecuente en la población obesa tanto en adultos como en niños, con una prevalencia del 9 al 17%.

Criterios diagnósticos

Estos son los síntomas que permiten identificarlo, sobreingesta frecuente, al menos una vez a la semana durante tres meses, con falta de control sobre la cantidad,  acusados sentimientos de malestar psicológico y tres o más de los siguientes comportamientos:

  1. Comer más rápido de lo normal.
  2. Ingerir alimentos hasta sentirse desagradablemente lleno.
  3. Ingerir grandes cantidades de alimento, sin experimentar sensación de hambre.
  4. Comer solo, por vergüenza y miedo a que los demás se den cuenta de la cantidad que se está consumiendo.
  5. Tener sentimientos negativos sobre uno mismo, posteriores a la ingesta, tales como culpa, asco o depresión.

Puede recordarnos a la bulimia nerviosa, ya que ambos trastornos comparten la alimentación de forma compulsiva, pero en el TA no se dan conductas compensatorias como vómitos o uso abusivo de laxantes o diuréticos, que si aparecen en la bulimia.

En las personas con TA las dietas estrictas e hipocalóricas no funcionan en absoluto, ya que la reacción más frecuente es la incapacidad para adherirse a las pautas, apareciendo un recrudecimiento de los atracones. La persona tendrá más hambre y, como consecuencia, más frecuentes serán los atracones y mayor la sensación de culpabilidad. Lo relevante es estos trastornos, no es el tipo de dieta ni las calorías ingeridas.

Para tratar el TA se requiere un tratamiento global: médico y psicológico, cuyos objetivos principales son la reducción de la frecuencia de atracones y la odisminución de la cantidad de alimentos que se ingiere en cada uno de ellos. Y para solucionar el trastorno, el primer paso no es la dieta, sino que el paciente tome conciencia de lo que le sucede.

Su papel es fundamental: él puede identificar los desencadenantes del TA, siendo los más frecuentes hambre, ansiedad, emociones, soledad y tomar conciencia de la gran cantidad de alimentos que se consume en un atracón. Por esta razón, en mi consulta pido a mis pacientes que en un registro, describan se estado de ánimo antes y después del atracón y los alimentos que consumen.

El mero hecho de anotar, va a ayudarnos a entender los mecanismos por los que se produce el atracón y a poder buscar estrategias para solucionar el problema. Es importante destacar que, para tratar un exceso de peso debemos conocer si un paciente padece TA, ya que entonces el tratamiento de la obesidad será distinto.

 

 

 

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